[música de fondo] Speaker: Arpas y el Museo de la Palabra y la Imagen, presentan Tejiendo la Memoria. Speaker: Chiyo, un niño de la guerra Chiyo: Yo podría contarles sobre mi familia. Cuatro familias mías han sido masacradas por la represión. Speaker: Esa era la voz de Lucio Vásquez, conocido como Chiyo, quien a los nueves años durante la represión, antes de la Guerra Civil de El Salvador en los años 80, ya había perdido a su madre y a tres hermanos. La guerra se llevó a sus otros tres hermanos. Chiyo, es originario de Osicala, Morazán, al oriente del país, donde muchos se identificaron con la lucha revolucionaria. A muchos años de distancia, escuchemos cómo recuerda esos días. Chiyo: A mi familia les tocó sufrir el genocidio en el 79, junto a más de 20 personas fueron acribillados dos hermanos míos aquí en San Salvador, en una marcha por la Guardia Nacional en octubre del 79. Ellos son José Hilario Díaz Vásquez y José Santos Díaz Vásquez, que de cariño era Layo y Chepito. Un mes después del asesinato del Monseñor Romero, es asesinada mi mamá, Feliciana Díaz y Teodora Díaz, que era mi hermana que estaba embarazada y dejó a un bebé de tres años. Mi papá me sacó de la escuela, yo tenía nomás de dos meses de ir a la escuelita de Sicales y desde ese momento fue más crítico. Teníamos que andar huyendo. Fue, después del asesinato de mi madre que nos vamos al primer campamento de la guerrilla que estaba en el Limón de Delicias. Allí fue donde ya probamos con más fuerza de lo que ya habíamos probado, que era ametrallamientos, golpes, persecuciones, amenazas. Speaker: Benito, recuperó, Chela, ate, tortillas, [unintelligible 00:02:07] en el campamento. Speaker: La guerra, para las niñas y niños salvadoreños fue sufrimiento, pero también escuela de vida. Obligados a participar en la lucha por sobrevivir, fueron al mismo tiempo víctimas y protagonistas. La guerrilla los adoptó, aprendieron a leer y al mismo tiempo a hacer la guerra. Chiyo: Mi papá me mandó a mí para El Zapotal de Joateca. Allí me integré a una escuelita de menores donde yo aprendí a leer y escribir. Después de la escuelita de menores, pasé a la escuela de comunicaciones, después de eso pasa uno a la fuerza militar. En la fuerza militar me tocaron varios episodios algo fuertes. Creo que tenía 12 años cuando en el Puente del Río Sapo, en la calle hacía hacia Joateca en Morazán, un granadazo de cañón 90 me aventó de boca y yo desperté como una hora después, ya estábamos en otro lugar. Yo sabía que el hecho de no haberme ido para Honduras, que era a donde mi papá me mandaba y haber perdido a mi madre, yo decía, "Bueno, si me van a matar, que me maten junto a los compas, a mi mamá ya la perdí". Después de andar en unidades guerrilleras, al Norte del Río de Torola, me incorporaron a Radio Venceremos. Era duro, son cosas que te van formando en el camino, pero también hay altibajos en lo que vos decís, "¿Cómo hago? ¿Me deserto, sigo? Hay momentos muy duros también. Speakers: El pueblo salvadoreño está empezando la guerra para construir la paz. Speaker: Durante la guerra, muchos niños y niñas se perdieron, Chiyo, fue uno de aquellos que no se perdió y logró hacerse una nueva vida después de la guerra. Hoy, Chiyo trabaja en el Museo de la Palabra y la Imagen. También escribe y compone música. Chiyo: Cuando ya fue el fin de la guerra, el resumen de mi vida era mi padre ya viejo, con toda tu juventud echada en la guerra. Yo sentía que era mejor estar muerto, que estar vivo. Se siente una desolación, tus compañeros ya han entregado las armas, se da la famosa diáspora, cada quien, por su rumbo. La cúpula del LRP, prácticamente abandona todo ese ideal que los compañeros defendíamos a capa y espada y entregando si es posible nuestra vida. Ahora yo siento que soy una persona que no tengo rencor contra nadie. Conozco incluso a uno de los asesinos que mataron a mi madre. Yo ahora soy una persona que después de haber ido a México-- Después me fui a México, trabajé con Maravilla en televisión, que lo conocí en Radio Venceremos. Hubo otras personas que me apoyaron y afortunadamente las secuelas de la guerra, siento resolverla bastante. También estoy en el intento allí de hacer un libro que puede servir de mucho a las nuevas generaciones en El Salvador. Speaker: Terminemos este viaje con una canción de Chiyo, titulada Cien piés Chiyo: [canta] Brigada Rafael Arce Zablah, la fuerza de tu puño se alzó con fuego para combatir las injusticias en este terruño. Tus pies descalzos a fuerza de sangre y sudor son la huella de los que dieron todo por El Salvador sin dudarlo, no. Brigada niño, brigada joven, brigada viejo, brigada mujer, ¿de qué estás hecha?, que hoy abonas tanto mi canto, mi voz. Tus manos cosechaban [unintelligible 00:06:33] en los maizales, los frijoles, los cañales y tu imaginación, las mejores armas de la revolución. Brigada niño, brigada joven, brigada viejo, brigada mujer. [música de fondo] Speaker: Arpas y el Museo de la Palabra y la Imagen, presentan Tejiendo la Memoria.