Narrador: Arpas y el Museo de la Palabra y la Imagen presentan Tejiendo la Memoria. [música] Narradora: Lety, una voz femenina en medio de la guerra. Expositor: En nombre de Dios, y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios, cese la represión. Narradora: En los años '70, El Salvador estaba viviendo una época de pobreza. Al mismo tiempo, crece la represión contra los movimientos sociales que soñaban con una sociedad justa y solidaria. Luego vino la guerra. [disparos] Narradora: Fue en ese contexto que surgieron dos radios insurgentes, la Farabundo Martí y Radio Venceremos. Locutora: El presidente López Portillo llama a la unidad latinoamericana ante una eventual violación de los principios de convivencia internacional en el continente. Viva la incorporación de la mujer en las luchas del pueblo, haciendo de la prisión una trinchera de la revolución. Unidos en la prisión, unidos en la revolución. Salvadoreño, incorpórate a las milicias populares. [música de fondo] Narradora: Una jovencita, Enermila Ventura Argueta, conocida en la guerra civil como Lety, entre hermosos bosques, ríos y montañas se sumó a esa lucha en su natal pueblo San Fernando, al norte de Morazán. Es ahí donde comienza a organizarse. [música de fondo] Lety: Había una formación, hacer dramas, hablar sobre un tema que había ocurrido en la semana. En eso estábamos y a mí me gustaba gritar consignas. Había perdido ese temor y yo gritaba consignas y lo hacía con todas mis ganas, con todas mis fuerzas. En una de esas Santiago escuchó y dijo que quizá yo podría ayudar también en la locución en la Radio Venceremos. Yo no quería, porque a mí me daba hasta cierto temor hablar con gente que iba de la ciudad. Yo sentía que ellos como tenían un nivel intelectual diferente al mío, les tenía pena. Luego, este compañero, Hernán Vera Maravilla, se dio a la tarea de ayudarme. Creo que pasamos un mes o quizás menos de un mes, pero era todos los días. Me dice Maravilla, "Creo que ya estás preparada. Hoy te va a tocar leer esto en la radio". "Ay no, Maravilla", decía yo, "Yo no puedo. Tengo miedo, me tiemblan los pies, me pongo helada". Fui venciendo ese temor, ese miedo, pero siempre estaba ahí. Había compañeros con los que me tocó trabajar que nunca aceptaron que yo, una mujer campesina que no tenía el nivel cultural de otros, que yo fuera la responsable de ellos. [música de fondo] Narradora: Las mujeres en la guerra salvadoreña tuvieron un papel vital con su fuerza, su amor y valentía. Lety después de haber vencido el miedo y dado sus nuevos pasos aprendiendo a hacer periodismo de guerra, desarrolló su trabajo con pasión y alegría. [música de fondo] Lety: La experiencia de nosotros en el combate no fue tanto, sino de estar en otra trinchera denunciando, hablando. Uno siempre le decía, "Viva no me van a agarrar. Esta información por mí no la van a tener". Yo siento que aprendí un montón con los años, yo tenía mi espacio en la Radio Venceremos. Por ejemplo, yo tuve también a cargo un tiempo ese espacio que fue el de los Trabajadores al Poder, se llamaba, que era donde nosotros recogíamos toda la información de la organizaciones populares. Controlábamos a través de los medios de comunicación. Toda acción que hacía el movimiento popular estaba plasmado en este espacio que nosotros le llamamos Trabajadores al Poder. Le poníamos también mucha energía para mantener siempre en actividad al movimiento social y para que también se sintiera respaldado por el ejército revolucionario. Narradora: Después de los acuerdos de paz, en 1992, Lety no volvió a vivir en su pueblo San Fernando y partió a la capital, San Salvador, trabajando en un sin fin de oficios. [música de fondo] Lety: Por un lado uno sentía alegría, pero por otro lado creo que no. Uno, porque el hecho de que se callaran las armas y ya nosotros después de 11 años, ya no queríamos seguir más en guerra. Por otro lado, estaba la preocupación también, "¿Cómo vamos a sobrevivir?". Yo creo que esa fue una de las cosas que más nos impactó cuando regresamos otra vez a la vida civil y sin tener qué. No teníamos una profesión, no teníamos dónde vivir porque mi familia no estaba en el país. La otra parte es en la parte económica, cómo incorporarse cuando uno venía del cerro sin mucha experiencia de qué hacer. Por ejemplo, yo en el caso tenía la experiencia en la radio. Si hubiera tenido el apoyo de la organización, yo hubiera podido seguir estudiando periodismo, pero a mí me mandaron a decir, "A vos en la radio, ya no te necesitamos. Necesitamos gente profesional". Eso fue bien duro para uno. Esas son cosas que lo marcan a uno. Tal vez en aquel principio me costó asimilarlo. Yo seguí trabajando con el partido, pero yo ya tenía a mi niño. La cosa es que, en el caso mío, querían que siguiera trabajando con el FMLN, pero no había tampoco un pago. Yo tenía a mi niño, tenía que comer yo, tenía que darle de comer a mi hijo. Llegó un momento que yo dije, "Tengo que decidir, mi hijo o el partido. Tengo que decidir una de las dos. No, yo considero que ahorita yo di mi aporte, ahorita yo me dedico a mi hijo", porque no tenía el apoyo tampoco del papá. Canción: Si no creyera en lo que luchar. ¿Qué cosa fuera, qué cosa fuera la maza sin cantera? Narrador: Arpas y el Museo de la Palabra y la Imagen presentaron Tejiendo la Memoria. [música de fondo]